Tu pelo haciendo olas
en mi pecho
enredado con los
latidos de mi corazón
el sol oblicuo
en su mirada
nos abrigaba
con otoñal suavidad
y TU me amabas como nunca
el tiempo se había detenido
detrás del sudor y el placer
Tus ojos profundos
como el azul que nos rodeaba
Y Yo desnudo de mi mismo
pleno en la madurez
de mi existencia
Colisionando los temores
para hacerlos pasado
Desestructurando las palabras
abandonando todos los discursos
para dejar que el silencio
diera paso a Tu respiración
confundida con la mía
A Tu olor
inundándolo todo
como un reflejo
en medio de mi ceguera
Ayer mi cama
tenia tu silueta
dibujada en los contornos
de las sombras