La mujer imaginaria
es toda ella
en cada rincón
de sí misma
Sabe que amar
es cosa de tiempo
y que las distancias son nada
entre las líneas de mi mano
La mujer imaginaria
sabe que me ama
pero no sabe cuánto
ni en qué medida
Sabe que vestido
de tormenta
desciendo a cántaros
sobre su rostro
Y henchido de cerros y montañas
bajo raudo por desiertos
hacia océanos y mares
La mujer imaginaria
es todo mi sustento
en el ansia inquieta
de la madrugada
cuando mi voz
se sumerge en cada beso
y el alma queda
suspendida en la mirada
Carvajal Art 2010