Es evidente que el arte contemporáneo ha rebasado los límites entre disciplinas y se ha embarcado en un complejo (en sentido positivo) proceso de colaboración interdisciplinario.
Como creadores, no estamos ajenos a esta necesidad de exploración, retroalimentación y ampliación de los lenguajes en el arte y particularmente, en el teatro. Pero ¿por qué proponemos el cruce entre estas dos disciplinas específicas?. ¿De dónde nace la idea y qué esperamos que ocurra?.
Partiendo de la base, de la existencia de elementos comunes a todas las artes, este taller pretende ahondar, en el entrecruce de dichas particularidades, presentes tanto en el teatro como en la fotografía.
Nos guía cierto espíritu ritual al mismo tiempo que crítico. Entendemos que el teatro es un arte “sagrado” que hace puentes y permite el diálogo entre pasado y presente / entre actor y público, pudiendo transformarse en una herramienta efectiva para el autoconocimiento y el cambio (intercambio). La fotografía por su parte, entendida como el arte que rescata el instante, en un espacio determinado, donde se captura un estímulo visual que queda alojado en la memoria, puede ser instrumento que facilite, promueva y profundice ese descubrimiento, aportándonos datos de un pasado olvidado u opacado por un presente arrollador.
Dice Grotowski (maestro del teatro y creador del llamado teatro pobre): “Uno de los accesos a la vía creativa consiste en descubrir en sí mismo una corporeidad antigua a la cual se está unido por una relación ancestral fuerte… A partir de los detalles, se puede descubrir en sí a otro – al abuelo, la madre. Una foto, el recuerdo de las arrugas, el eco lejano de un color de la voz permite re-construir una corporeidad”. Y nosotros agregamos que, de algún modo, el cuerpo es la arquitectura del ser y como dice Pisano, aquello que nos permite tocar la vida.
Esperamos que este entrelazado de elementos significantes sea fructífero, permitiendo el descubrimiento de nexos presentes entre: cuerpos y arquitectura; biografía e historia; yo y nosotros; gesto y discurso. Porque existe una memoria mucho más potente, en tanto significante y significado, que el mero recuerdo y es aquella que se aloja en el cuerpo, pensamos que la fotografía de registro personal, nos permitirá acceder a ella para contar nuestra historia. Y, ¿qué es el teatro, sino el lugar, en donde se cuentan historias, mediante el uso de los cuerpos?.
miércoles, marzo 25, 2015
TALLER MI FOTO MI HISTORIA
Es evidente que el arte contemporáneo ha rebasado los límites entre disciplinas y se ha embarcado en un complejo (en sentido positivo) proceso de colaboración interdisciplinario.
Como creadores, no estamos ajenos a esta necesidad de exploración, retroalimentación y ampliación de los lenguajes en el arte y particularmente, en el teatro. Pero ¿por qué proponemos el cruce entre estas dos disciplinas específicas?. ¿De dónde nace la idea y qué esperamos que ocurra?.
Partiendo de la base, de la existencia de elementos comunes a todas las artes, este taller pretende ahondar, en el entrecruce de dichas particularidades, presentes tanto en el teatro como en la fotografía.
Nos guía cierto espíritu ritual al mismo tiempo que crítico. Entendemos que el teatro es un arte “sagrado” que hace puentes y permite el diálogo entre pasado y presente / entre actor y público, pudiendo transformarse en una herramienta efectiva para el autoconocimiento y el cambio (intercambio). La fotografía por su parte, entendida como el arte que rescata el instante, en un espacio determinado, donde se captura un estímulo visual que queda alojado en la memoria, puede ser instrumento que facilite, promueva y profundice ese descubrimiento, aportándonos datos de un pasado olvidado u opacado por un presente arrollador.
Dice Grotowski (maestro del teatro y creador del llamado teatro pobre): “Uno de los accesos a la vía creativa consiste en descubrir en sí mismo una corporeidad antigua a la cual se está unido por una relación ancestral fuerte… A partir de los detalles, se puede descubrir en sí a otro – al abuelo, la madre. Una foto, el recuerdo de las arrugas, el eco lejano de un color de la voz permite re-construir una corporeidad”. Y nosotros agregamos que, de algún modo, el cuerpo es la arquitectura del ser y como dice Pisano, aquello que nos permite tocar la vida.
Esperamos que este entrelazado de elementos significantes sea fructífero, permitiendo el descubrimiento de nexos presentes entre: cuerpos y arquitectura; biografía e historia; yo y nosotros; gesto y discurso. Porque existe una memoria mucho más potente, en tanto significante y significado, que el mero recuerdo y es aquella que se aloja en el cuerpo, pensamos que la fotografía de registro personal, nos permitirá acceder a ella para contar nuestra historia. Y, ¿qué es el teatro, sino el lugar, en donde se cuentan historias, mediante el uso de los cuerpos?.
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